Vivimos en un mundo globalizado en constante evolución, y la innovación educativa tiene un papel fundamental, ya que los sistemas educativos continúan obsoletos y anclados en las estructuras originadas durante la revolución industrial. Con el paso del tiempo, la educación ha dejado de constituir un derecho fundamental para convertirse en una simple mercancía de mercado, donde la consecución de un título universitario no asegura el futuro próspero que nos habían prometido desde la infancia. En el sistema educativo actual, ciertas disciplinas y aptitudes priman sobre otras, con el fin de formar a técnicos-profesionales según la demanda del sistema económico neoliberal, olvidando otras dimensiones que conforman al ser humano. Por esta razón, la intención principal de esta serie documental es descubrir cómo desarrollar nuestras capacidades y habilidades humanas de manera integral, con el objetivo de crear sociedades más críticas y sostenibles ante los grandes retos y desafíos que la vida nos depara. En pleno siglo XXI, hablar de educación artística significa hablar de investigación, desarrollo e innovación (I+D+I). En los procesos de investigación, desarrollo e innovación educativa, las artes son utilizadas como un método de enseñanza-aprendizaje que potencia la formación creativa de los estudiantes. La arquitectura, la escultura, la pintura, la música, la literatura, la poesía, el teatro, la danza y el cine son formas concretas de expresión artística que el ser humano utiliza para expresar toda su creatividad.
En consecuencia, la educación artística tiene un rol protagónico para transformar nuestros sistemas educativos. Por eso es necesario innovar en los currículos educativos desde una mirada epistemológica compleja, transdisciplinar e intercultural, con el fin de crear espacios y diálogos que permitan interpretar la complejidad de nuestro mundo de un modo diferente a la ciencia moderna occidentalizada. Mientras que la visión positivista de la ciencia tradicional separa y reduce los conocimientos de manera hiperespecializada, las artes crean puentes de unión para integrar elementos, dimensiones y conocimientos. De hecho, el desarrollo de la complejidad es particularmente impactante en las artes. Por una coincidencia histórica, el arte abstracto surge al mismo tiempo que la mecánica cuántica. Ambas concepciones científicas y artísticas implican una visión donde diferentes modelos de representación suceden de manera simultánea. Esta complejidad evoluciona rápidamente por todas partes, y nos hace comprender que abordar la complejidad con instrumentos reduccionistas hace ciencia, mientras que abordar la complejidad sin reduccionismo hace arte.
Por este motivo, la promoción de las artes en nuestras escuelas, institutos y universidades dan lugar a un horizonte educativo con profundas implicaciones filosóficas y pedagógicas, provocando que los estudiantes actúen como sujetos activos, críticos y creadores de su propia realidad. Caminar hacia este horizonte de innovación educativa implica el uso de todas las inteligencias múltiples, la profundización en el auto-conocimiento, el reconocimiento de las emociones, sentimientos y afectos. Todo esto supone un aprendizaje psicosomático entre cuerpo y mente, que permite experimentar las artes como instrumentos didácticos creativos con los que poder practicar las teorías y teorizar las prácticas. De este modo, la educación artística persigue fomentar una consciencia crítica a los estudiantes desde su vinculación con la comunidad. Al experimentar prácticas culturales diversas, y ponerlas en diálogo con los conocimientos académicos, se logra un aprendizaje significativo que integra las paradojas, ambigüedades e incertidumbres de nuestra historia humana. Esta práctica educativa y artística permite superar las falencias epistemológicas de la ciencia moderna occidental, que margina todos aquellos saberes que no pueden ser medibles, calculables, mensurables, constatables ni experimentables, como son nuestras dimensiones afectivas, emotivas, artísticas, creativas y espirituales.
De ahí que nuestro proyecto de innovación educativa busque mostrar, de manera audiovisual, todas aquellas experiencias, vivencias, prácticas y escenarios que promueven una formación humana integral basada en los siguientes interrogantes: ¿cuál es el papel de las artes en la sociedad globalizada actual? ¿Cuáles son los límites y el punto de encuentro entre las artes y la pedagogía emancipadora? ¿Cómo diseñar e implementar estrategias artísticas en instituciones escolares? ¿Cómo logar que las artes se conviertan en instrumentos de innovación educativa? ¿Cómo hacer que nuestras clases sean espacios felices donde promover un pensamiento crítico y creativo en los estudiantes? Ante los desafíos socio-ecológicos de cambio global, se muestran experiencias exitosas en países de Iberoamérica para contribuir en la concientización y sensibilización ciudadana, con el objetivo de mejorar los procesos de formación humana. En suma, la filosofía de este proyecto de innovación educativa es potenciar la capacidad artística para experimentar, imaginar e idear nuevos conceptos de vida y nuevas formas de comunidad que cuiden de nuestro hogar común: la Tierra.